viernes, 25 de enero de 2013

MAPUCHES EN LUCHA. O por qué el sur de Chile está repleto de lujosas mansiones europeas.

Hace unos días todas las portadas de la prensa chilena coincidían en la misma noticia. Una pareja de ancianos alemanes fueron asaltados y asesinados en la finca que habitaban por un grupo de nativos de la etnia mapuche. El episodio se enmarca en la creciente situación de crispación que se vive en la Araucania, la región al sur de Santiago, la capital de Chile y que tiene su origen en la usurpación y/o venta irregular de tierras que se produjo a lo largo del siglo pasado por parte, principalmente, de extranjeros venidos de Europa. Los nuevos pobladores consiguieron estos terrenos mediante contratos abusivos, engañando a los antiguos habitantes gracias a la falta de conocimiento técnico delas cuestiones legales que amparaban las condiciones de la venta. Esta circunstancia, unida a la marginación y exhaustiva amenaza hacia las costumbres y las formas de vida de esta etnia -cuyo destino a ojos del gobierno chileno pasa por su disneylización en áreas cercadas y remotas- ha provocado la situación actual de confrontación y aumento de la violencia.

La campaña mediática, por su parte, también ha comenzado a remarcar los casos más extremos de este conflicto; siempre mostrando el lado más morboso y extremo, sin considerar las causas solapadas, el recorrido histórico y las diferentes voces protagonistas. Por su parte, la acción de la Presidencia ha estado dirigida a criminalizar las reivindicaciones mapuches, desplegando un fuerte contingente policíaco-militar y amenazando al pueblo mapuche de aplicar la ley antiterrorista en los procesos de detención y enjuiciamiento. De esta manera el objetivo parece claro: silenciar las causas del problema territorial y social en el que vive desde hace siglos la comunidad indígena del sur de Chile, criminalizar al conjunto del levantamiento con los episodios más extremos de violencia y, finalmente, justificar la represión y el encarcelamiento de los integrantes más activos en los reclamos de la comunidad mapuche.

En mi visita, apenas sí pude recorrer el extremo norte de la Araucania, pero rápido pude comprobar la cantidad de casas lujosas situadas en inmensas fincas con nombres tan poco autóctonos como “My little Paradise” o “Sweet Dreams”. Más allá de la situación de legalidad de estos terrenos es incuestionable que la zona vive una situación de desequilibrio acuciante en el que tres realidades cohabitan un espacio de manera desigual: los nuevos colonizadores, los campesinos mestizos y la etnia mapuche. Y parece que, además de las diferentes condiciones materiales, tampoco existe una reciprocidad en el trato y la convivencia. Si bien es cierto que la cultura indígena de esta zona suele caracterizarse por un cierto aislamiento, la misma consideración podría aplicarse a lxs extranjerxs que vinieron a lo largo del s.XX y que viven, muchas veces, encerrados en sus burbujas de opulencia. Si bien estas características contextuales no justifican la espiral de violencia, si que explican, en cierta manera, la incapacidad para buscar una salida cordial a la problemática planteada. Y es aquí dónde el papel del Estado chileno brilla por su ausencia. La única solución perdurable pasa por un diálogo abierto sobre las causas y raíces del conflicto, la revisión de los contratos y una apuesta decidida por devolver, de alguna manera, los derechos arrebatados a lxs habitantes ancestrales de estas tierras.

Un último dato curioso. La mayoría de la gente chilena con la que he comentado este tema se muestra favorable hacia las reivindicaciones mapuches y argumentan, por lo general, que estas están justificadas por el proceso usurpador cometido hace décadas. Esto implica que el aparto propagandístico no ha conseguido del todo su objetivo y que no hay excusas, para el gobierno de Piñeira, a la hora de plantear una mesa de diálogo entre las partes implicadas. El dispositivo militar no forma parte de la solución. El pueblo mapuche, acostumbrado desde los tiempos de la invasión española a pelear por sus derechos (lxs españolxs nunca pudieron conquistar las tierras al otro lado del río Bio Bio), no se rendirá. Esperemos que no haya que lamentar más derramamiento de sangre y se haga justicia, tarde, pero justicia.

Más info:
- http://noticias.terra.cl/nacional/dos-muertos-en-incendio-provocado-en-la-zona-del-conflicto-mapuche-en-chile,0307a838c16fb310VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html
- http://www.lanacion.com.ar/1548992-araucania-violenta-la-otra-cara-del-reclamo-mapuche
- http://www.rebelion.org/docs/74335.pdf

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