martes, 25 de diciembre de 2012

ESPÁRRAGOS PERUANOS EN EL DESIERTO. O cómo Mercadona, entre otros, contribuye al hambre en el mundo.

Perú es un país pobre. O mejor dicho empobrecido. Así sería mucho más justo dividir los diferentes paises que cohabitan este planeta llamado Tierra: países empobrecidos y enriquecidos; y en vías de irse empobreciendo, porque, creedme, aquí no se va a enriquecer nadie más. El capitalismo global es una máquina precisa que si bien cada día da muestras de un colapso inminente, no deja de tener unas enraizaciones que costarán años en talarse. Y sin duda, uno de los principales pilares sobre los que se asienta esta desigualdad estructural planificada es la cuestión agraria y su correspondiente área alimentaria. Las prácticas generalizadas por el negocio agropecuario (agrobussines) responden a un esquema sencillo: empresas y Estado se ponen de acuerdo para arrebatar tierras o comprarlas por migajas o embaucar al campesinado a que "se una" al proyecto de la modernización agraria; implantación de monocultivos (café, cacao, palma, banano, té, caucho) en aquellas zonas en las que la mineria o la industria papelera no tienen una presencia importante; y exportación de dichos cultivos con una mayor o menor implicación en el sector industrial del país de origen hacia el Norte global.

Este esquema, repetido hasta la saciedad en cualquier país que uno visite en Asia o el centro o sur del continente americano, es el mismo que sirve para explicar cómo puede ser posible que yo, mientras viajo por el desierto de la costa peruana pueda ver miles de hectáreas de un producto como el espárrago que no he visto en ni un solo restaurante o casa de comidas de todo el país, ni siquiera en un mercado de abastos. La respuesta es sencilla: Perú es el primer exportador de espárragos del mundo a pesar de que si le preguntas a una nativa seguramente no tenga idea de lo qué es. Así, tenemos un país empobrecido cuyo gobierno y empresas amigas (peruanas y extranjeras) pretenden lucrarse con el negocio de un producto que sus propios habitantes ni disfrutan ni conocen. Las consecuencias, sin embargo, no se quedan en las ansias de ganar más de unxs pocxs.

El área de la comarca de Ica es la más extensa en cuánto a plantaciones de este producto. Todo sería más o menos normal en términos neoliberales si no fuera porque el absurdo se completa con un dato crucial: Ica esta es medio de un desierto enorme con unos recurso hídricos limitadísimos. Tanto es así que en los últimos 25 años el nivel de las aguas freáticas ha disminuido como ningún otro punto del planeta. A las consecuencias del cambio climático (que son realidades tangibles aunque se empeñen en decirnos lo contrario) se une la explotación de este producto con las necesidades hídricas que esta conlleva dejando como resultado una herencia de sequía y desertificación que ya se hace bien presente. Todas esas hectáreas, pudiendo ser destinadas para cultivo de otros productos demandados por la población peruana, acaban siendo los "yacimientos" de empresas como Mercadona, un autentico ejemplo de cómo una empresa apuesta por la explotación del Sur y por el abandono del campesinado local (en este caso del Estado español) mientras mantiene una de las mejores reputaciones (en cuanto a marca) entre una sociedad que parece no querer ver las evidencias causísticas de las crisis que nos azotan. No sólo es una cuestión de estafas bancarias y robos preprogramados. La crisis (y su mantenimiento en el tiempo) se sienta cada día a la mesa y en decenas de actos que conforman nuestras decisiones respecto al qué, el dónde y el cuánto consumimos.

Usa las redes de Comercio Justo o simplemente, busca la opción local
Mientras tanto, el cultivo del espárrago navarro cayó un 75% entre 1990 y el año 2000 dejando en una situación muy comprometida a decenas de pequeños agricultores en las zonas rurales de Aragón, Navarra y La Rioja. La introducción del espárrago peruano (y del procedente de China) dentro del marco de las políticas agrarias de la Unión Europea suponen la condena para esta familias que ven truncadas sus posibilidades de mantener un empleo que durante generaciones ha conformado su sustento y un estilo de vida coherente con su medio. De esta forma podemos comprender, a partir de este caso aislado, las repercusiones sociales, ambientales y económicas que tiene la ideología que domina el mundo y que aplasta, en uno y otro polo global, a las clases más vulnerables. Pero no es inevitable. Saberlo es el primer paso. Actuar, el siguiente. Mira la etiqueta de lo que compras, no juegues a este juego. Consume productos locales y utiliza las redes de Comercio Justo para aquellos caprichos que no puedes conseguir cerca. Pero no lo olvides, son puros caprichos. 

Más info:
- http://www.larepublica.pe/columnistas/actualidad-economica-fernando-eguren/el-cultivo-del-esparrago-es-sostenible-02-12-2010
- http://elpais.com/diario/2001/04/30/paisvasco/988659613_850215.html
- http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2010/09/100916_peru_desierto_esparragos_rg.shtml

domingo, 16 de diciembre de 2012

CONGA NO VA. O cómo un pueblo se rebela contra el negocio minero en el norte de Perú.

El caso del proyecto Conga llegó a mis oídos como suele ocurrir cuando uno está en la carretera... de casualidad; estar en el lugar indicado en el momento preciso. Otro viajero, un alicantino rebelde que va surcando Sudámerica con las ganas y la voluntad de poner su granito en las resistencias locales, fue quién me contó lo que estaba sucediendo en la comarca de Cajamarca mientras nos deslizábamos por una calzada vertiginosa hacia la ciudad de Celendín.

El conflicto se inicia en los 90´ cuando la minera CEDIMIN descubrió los yacimientos de oro de Chailhuagón y Perol. La zona del norte cajamarquino es uno de los parajes más alucinantes que uno puede ver en este continente. Las montañas andinas albergan decenas de lagunas de una hermosura sobrenatural. Por desgracia, la codicia y la avaricia de las grandes mineras junto a las necesidades derivadas de un modo de vida occidental basado en el desarrollismo no contemplan este tipo de virtudes en su agenda de prioridades. La laguna de Yanacocha era una de las más grandes y ahora apenas si contiene agua. Pero el conflicto no sólamente tiene un aspecto ecológico, también es remarcable los impactos sociales y culturales de su puesta en marcha.

La región de Cajamarca (como gran parte del territorio peruano) es un enclave tradicionalmente agrícola y ganadero, con una especial dedicación en la elaboración de quesos, panes y embutidos. Los vertidos de las compañias explotadoras hacia las lagunas y ríos de la zona son uno de los principales focos de discusión de este conflicto que ha dejado ya más de una veintena de muertos. Los recursos hídricos se ven afectados y es la población quién lo paga con su racionamiento y con unos índices de contaminación que hacen peligrar el modo de subsistencia tradicional para una parte mayoritaria de su población. Llegar a Cajamarca y encontrar un sinfín de establecimientos y casas particulares reclamando la paralización del proyecto y de las actividades mineras no hace sino atestiguar el creciente descontento de una sociedad que, sin embargo, no se ha quedado de brazos cruzados.

Policía reprime manifestantes en Cajamarca
 Los paros, las huelgas de hambre, los enfrentamientos con el gobierno y con sus fuerzas represoras no han hecho sino aumentar en los últimos 4 años sin que los intentos de mediación (tibios por otra parte) hayan conseguido calmar a un campesinado que ve como nuevamente se les quiere hacer pasar por el aro del "esto es inevitable y además bueno para todxs". Las imagenes y vídeos que pude observar en el proceso de documentación son escalofriantes. Sin duda, un ejemplo gráfico de cuál es la verdadera realidad en cuanto a las acciones que el gobierno peruano realiza para contrarrestar la resistencia de los pueblos que se niegan a morir: la brutal represión aplastando cualquier tipo de oposición. La policia antidisturbios, verdaderos mercenarios enmascarados, tienen el honor de contar con una veintena de muertos entre sus logros (incluído algún que otro menor de edad), además de otras actuaciones tan honrosas como la incautación de los enseres básicos de lxs campesinxs rebeldes o el derramar sus ollas llenas de frijoles y choclo... no sé si es necesario recordar los poquísimos recursos con los que cuentan y el impacto, por ende, de este tipo de actuaciones. También se ganaron el apoyo popular al impedir los funerales de lxs asesinadxs por ellxs mismxs llegando a lanzar los ataudes al suelo... qué decir de esta macabra barbarie.

Con todo, el proyecto Conga fue paralizado (al menos temporalmente) pero son ya innumerables los gritos que desde la burguesía limeña han puesto en entredicho el mantenimiento de dicha paralización aduciendo razones económicas y de desarrollo. Ni que decir que Perú es uno de los países de la descuartizada Sudamérica en donde mejor se refleja la polarización entre la metrópolis colonial y el resto del territorio nacional. De esta manera, Lima cuenta con la práctica totalidad de las sedes de las grandes empresas y es en sus despachos asépticos en dónde se toman las decisiones que afectan a millones de pobladores indígenas que ven derrumbarse sus pueblos, sus formas de supervivencia y sus modos de vida. El hambre de beneficios monetarios no tiene fin y por ello es fácil preveer que el proyecto volverá a reanudarse.

El colonialismo sigue vivo, interno y externo, de un país a otro y de una casta a la otra. Falta sólo preguntarse, ¿cuántas muertes podrá ocultar el gobierno peruano y sus secuaces mineras como la Newmont norteamericana? ¿Cuántas lagunas, ríos y montañas quedarán por ser envenenadas, saquedas, destruidas antes de que entendamos que es nuestro consumo el motor que hace mover la máquina? ¿Cuánto tiempo falta para que los pueblos indígenas agoten su paciencia y se alcen a sangre y fuego contra nuestro modo de vida y sus saqueos constantes?

Más info:
- http://www.losandes.com.pe/Politica/20111217/59111.html
- http://celendinlibre.wordpress.com/2011/12/20/pronunciamiento-de-organizaciones-sociales-y-las-autoridades-de-la-region-cajamarca-frente-al-dialogo-frustrado/
- Documental "Choropampa: El precio del oro". http://www.youtube.com/watch?v=fG-XBAxLo94

lunes, 3 de diciembre de 2012

ONG´s, TURISMO Y VOLUNTARIADO. O cómo derribar la barrera del nuevo imperialismo.


Me lanzo hoy a tratar una cuestión espinosa y de la que, con franqueza, me siento bastante lejos de tener una posición clara. Sin embrago, este hecho, lejos de dejarme al margen, me invita a compartir una serie de dudas y preguntas que se me vienen a la cabeza en torno a la misma. El asunto es el siguiente. Hace unas semanas conocí a Kike, un nativo de la selva ecuatoriana sin pelos en la lengua, de esas personas que te hablan sin tratar de medir las consecuencias de sus palabras en tu reacción como posible comprador de algo. Él también vive del turismo, ya sea por su condición de guía nativo o por su puesto de venta de artesanías locales que él mismo produce. Pero este hecho no le impide mantener su opinión y su voluntad de expresarla para aquel que quiera (y se atreva a) escucharla. Así, una conversación que podría haber sido una más, acabada en corto tiempo y referida a las cuatro cuestiones clásicas de la relación vendedor local / comprador extranjero, se transformó en una enriquecedora conversación acerca del papel del turismo sobre la vida del lugar visitado (en este caso Puerto Missahualli) y más concretamente sobre el papel de los proyectos de ecoturismo y el voluntariado en masa que acude a toda Latinoamérica a centros desperdigados por cada país con el objetivo de preservar la fauna y flora de cada lugar u otros fines socioambientales.

El tema me pareció interesante y lo cierto es que no me había planteado esa otra cara de estas iniciativas, precisamente por esa buena imagen que suelen tener porque ¿quién no se ha planteado alguna vez hacerse voluntario por una temporada? Entonces Kike me hizo pensar en algunos aspectos claves. Por ejemplo, en la legitimidad de estos proyectos, venidos normalmente de fuera, montados por extranjerxs, con capital foráneo y que suelen acabar acumulando beneficios económicos (más allá de los “logros” ecológicos que puedan conquistar) para el propietario. Es decir, ¿no son cuestiones que deberían ser tratadas y manejadas por la población local? ¿no deberían ser sus criterios, formas de actuar y pautas las que se impusieran? Parecería que existe una distinción general entre ciudadanxs (con conciencia, respetuosxs, solidarixs, formadxs...) y habitantes (incultxs, inconscientes, que no valoran lo que tienen...), y que en virtud de esta distinción, lxs primerxs tienen la potestad para venir a enseñar a lxs segundxs como gestionar sus recursos y los problemas que se derivan de ello. 

A lo largo de nuestra charla salieron a relucir algunas consideraciones sobre esto. Como es el caso de los dos grandes complejos que suelen tener lxs indígenas de estas tierras respecto a lxs occidentales: el complejo de inferioridad y el de subordinación. Ante la presencia del viajero, con su tecnología y sus increíbles historias de lugares y gentes visitadas, el nativo asiente maravillado sin tener más que decir. Su vida tranquila, vinculada por lo general a la agricultura, la ganadería o el comercio local (o el turismo) se interioriza como inferior, se menosprecia y acaba pasando factura. El otro, el de subordinación, no es más que la consecuencia directa de la primera. El nativo es, como mucho, un buen sirviente para los objetivos del que viene de fuera, por más bondadosos que estos sean en apariencia (como es el caso de los proyectos de voluntariado). También aquí entra en juego el tema del regateo, de en qué y en dónde se gasta el turista “mochilero” su dinero o la voluntaria temporal. Porque ocurre que llega unx de nosotrxs con todo nuestro discurso y nuestros ideales progres para ayudar a la gente local y acaba pagando una miseria por el trabajo local o consumiendo en lugares de negocios de afuera o grandes cadenas. ¿Dónde esta la coherencia?

Por mi parte estoy tranquilo en lo que respecta al consumo durante todo el viaje pues es algo que he puesto en práctica de forma absoluta pero con el regateo ya es otra vaina. ¿Dónde esta el límite? ¿El hecho de viajar por un período largo y de forma austera justifica tratar de conseguir el precio más bajo posible? ¿Siempre? ¿Tiene sentido hacer un viaje de 1 año? Como veís, muchas dudas necesarias. En el caso del voluntariado conviene conocer a fondo cada una de estas iniciativas. En mi opinión, seguramente existen algunas interesantes en las que la comunidad nativa es la protagonista y la que ha promovido una determinada reivindicación y, por tanto, no se convierte en un juguete más para que el primer mundo reivindique lo que no ha sido capaz de hacer en su propia casa. Y es aquí donde mi nuevo amigo sacó a la luz el nombre de Jorge Orduna haciendo que la paradoja pueda parecer un burdo juego de magia.
Orduna es un escritor y ensayista mendocino (Argentina) muy crítico con el papel de las ONG´s y la nueva marca Eco, que sin duda parece haber ocupado la primera plana de gran parte de los lugares turísticos en esta región del mundo. Y es que resulta curioso que mientras toda Europa ha arrasado con sus bosques nativos, su industria nacional contamina lagos y ríos y hay niñxs en extrema pobreza y sin hogar que viven en las calles (sí, en nuestra Europa del progreso), hordas de jóvenes del primer mundo vengan a estas zonas a lavar sus conciencias. Suena duro. Es una interpretación más de la realidad, pero con buenos argumentos y considero que ha de tenerse en cuenta, precisamente porque no es muy conocida y, eso, normalmente es sinónimo de cierto transfondo real. Por mi parte, me imagino que la gran mayoría de voluntarixs que acuden a pasar unas semanas o meses en estos proyectos tienen ganas reales de ayudar, pero conviene que se pararan a pensar. ¿Ayudar a quién y ayudar a qué? ¿Creen que están en posesión de la verdad, de la solución para los problemas de gentes y realidades que les son totalmente ajenas? ¿No hay un carácter claramente imperialista en ese discurso de venir a ayudar? O acaso, ¿no existen los mismos o mayores problemas en Occidente que requieren esa energía y esa labor con gentes, culturas y realidades que sí son conocidas?

Por supuesto que conocer otras realidades es algo lícito (y en mi opinión necesario), pero quizás convendría adquirir un tono más humilde, más de observar y respetar los tiempos, los modos y formas de las culturas nativas, ofrecer la opinión propia claro, pero sobre todo escuchar la del otro sin creerse por encima. Porque daría la impresión de que el mundo sea un gran tablero en el cual siempre esta claro quienes son las negras y quienes las blancas... y las negras tienen que comerse solitas a las blancas, primero porque pueden y segundo porque deben hacerlo así. Quizás deberíamos bajar del pedestal autoimpuesto y liberarnos de esa necesidad de ayudar al que más lo necesita. Quizá sea unx mismx el que más esta pidiendo esa ayuda. Seamos críticxs. Miremos más allá de los eslóganes. Si realmente valoramos el papel de las comunidades indígenas y las culturas nativas aprendamos de ellas y dejemoslas caminar y apoyémoslas cuando lo necesiten. Pero no jodamos más con nuestra estampita de redentores universales de los males que nosotrxs mismxs engendramos y que no hemos sido capces de erradicar en nuestras casas. Luchemos ahí. Luchemos en casa.

Gracias Kike.

Más info: 

http://www.fundamin.com.ar/es/medio-ambiente/6-educacion-ambiental/226-ecofascismo-de-jorge-orduna-una-mirada-sobre-el-discurso-ecologista-en-los-medios-parte-i.html

http://www.setem.cat/CD-ROM/idioma/setem_cat/mo/si06.pdf


sábado, 1 de diciembre de 2012

EL GOBIERNO DE CORREA. Una apuesta valiente, a pesar de todo.

 En el anterior artículo me refería a las sombras de un ejecutivo que no ha sabido (ni querido seguramente) hacer suya la bandera del respeto a la naturaleza y el respeto a las comunidades indígenas que siguen defendiendo el derecho a vivir lejos del desarrollismo capitalista. Sin embargo, sería injusto no hablar de las luces; de las numerosas iniciativas que el gobierno de Rafael Correa ha implantado desde su investidura en 2007.

Ecuador vivió su particular pesadilla moderna a partir de los años 70-80, cuando la crisis que acabó desatándose a finales de los 90 comenzó a gestarse. Una combinación de terratenientes y banqueros nacionales, junto con los hombres de negro de las instituciones garantes del terrorismo financiero (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización de Comercio Americano), acabaron con el crecimiento de Ecuador a base de corruptelas y recetas de endeudamiento. En ese contexto es en el que aparece Correa y, con él, un cambio significativo en el rumbo del país. Tras hacer balance de cuentas decide arriesgar y comenzar a plantarle cara a los enemigos del crecimiento: paga la parte de la deuda que considera “justa” a dichos organismos, legisla contra los grandes parásitos nacionales y pone en marcha un conjunto de reformas de corte social muy avanzadas.

Por un lado, Ecuador se convierte en pionero en materia de políticas migratorias, defendiendo el derecho a migrar de toda persona y trabajando en la línea de la ciudadanía universal, siendo el único país hasta la fecha que lo promulga. En este sentido, han sido diversas las ocasiones en que los miembros de su gobierno han defendido dicha decisión en reuniones internacionales y promoviendo pactos con países vecinos como el Perú (país con el que hasta hace bien poco se encontraban enfrentados llegando al absurdo de una guerra a finales de los 90).


Numerosxs niñxs se benefician de las políticas de dependencia
Por otro, y en relación a las personas dependientes, el ejecutivo socialista también desarrolla diferentes medidas con el objetivo de reivindicar los derechos de las mismas. Resulta sintomático que el vicepresidente sea una persona con discapacidad física, hecho que ha permitido hacer visible a un segmento de la población que sufre más que otras las desigualdades sociales características del Sur. De este modo, comienza a invertir dinero en la creación de escuelas, centros y organismos que ayuden a mejorar la situación de estas personas, así como impulsar campañas de concientización entre el conjunto de la población cuidándose muy y mucho del lenguaje utilizado.

En lo que se refiere a políticas de vivienda también Ecuador es hoy un ejemplo. Si bien en algunos casos puede ser criticable la concesión de viviendas protegidas a comunidades indígenas, hecho que ha posibilitado la compra de los terrenos donde estos vivían (y que, por supuesto, albergan fuentes de ingreso apetitosas para la maquina del “progreso”), en general las actuaciones han sido justificadas y, sobre todo, necesarias pues de ellas se han beneficiado numerosas familias en riesgo de exclusión.

Entrevista concedida por Correa a Assange
En cuanto a su postura antiimperialista tampoco se ha quedado corto. Una de las primeras medidas tomadas por su gobierno fue el desmantelamiento de la base militar norteamericana de Manta (en la costa del Pacífico), declarar persona non grata a la embajadora de Estados Unidos y poner en marcha diversas acciones en contra de los intereses del Tío Sam, hablando bien a las claras de las intromisiones históricas de 
los yankees en la historia reciente de Sudamérica. El último capítulo, en relación a la demanda de asilo de Julien Assange (fundador de Wikileaks) resulta clarificador del grado de implicación de Correa en sus posiciones políticas. Ha sido uno de los pocos líderes mundiales que ha respaldado desde el primer momento al perseguido periodista, concediendole una entrevista en exclusiva y mostrando su simpatía por las confidencias contra el gobierno norteamericano realizadas por el sueco. No es de extrañar, por tanto, que el creador de los cables que ha puesto en jaque a medio mundo hay elegido a Ecuador como enlace para tratar de conseguir un asilo político que, a pesar de todo, todavía no llega. Sin embargo, Assange permanece en la embajada ecuatoriana de Londres desde el pasado mes de Junio y todo hace prever que el asilo finalmente será concedido.

Por todo ello, parece claro que estamos ante un gobierno diferente, pues además de impulsar acciones clásicamente populistas, ha sido capaz de articular medidas en terrenos en los que nadie antes había osado inmiscuirse. No resulta extraño, por tanto, que le crezcan los enanos. En especial, es destacable la situación con respecto a los medios de comunicación; medios que en general no han parado de criticar su labor. Y es que resulta que la mayoría de estos entes están en manos de los grandes damnificados “internos” de su denominada revolución ciudadana, y está claro que no van a dar el brazo a torcer. De todos modos, no hay como palpar las sensaciones a pie de calle, y es que Correa está en boca de todos los ecuatorianos para bien o para mal. Y casi siempre es para bien, sobre todo, entre las clases populares que han visto con su llegada, por fin, el verse cumplidas numerosas promesas y reivindicaciones históricas. Las próximas elecciones generales, a celebrarse en febrero de 2013, serán un termómetro importantísimo para saber si Ecuador puede realmente ser un espejo en el que otros países de su entorno puedan fijarse o si por el contrario, la noche neoliberal vuelve a cerrarse bajo los rostros de los ecuatorianos.

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