Este verano, trabajando entre campos de
cerezas llegó a mis manos este libro, un libro diferente en su forma
y en su contenido. En él, diferentes protagonistas del levantamiento
popular que se produjo durante el año 2006 en la ciudad de Oaxaca,
dan su visión de los hechos, sus reflexiones y aportan una visión
diferente y muy personal a un conflicto más general que dura años
en el Estado mexicano. La chispa de facto fue la represión
sufrida por los maestros que protestaban en el zócalo de la urbe
ante los continuos ataques contra el gremio de la educación en esta
región. Lo cierto es que ya durante mi viaje en tierras mexicanas
pude comprobar la fuerza de las comunidades indígenas y su papel
activo en las luchas sociales, especialmente en Chiapas y Oaxaca, dos
comarcas claramente indigenistas por naturaleza. Aún así, apenas si
pude vivirlo de primera mano, por lo que la lectura de este libro fue
realmente lo que me impulsó a investigar y conocer un poco más a
fondo ya no sólo lo que aconteció durante esos meses en ese
episodio concreto sino lo que implica históricamente este
enfrentamiento entre el Estado y los pueblos de México.
A la mayoría de nosotrxs lo que nos
llega es la lucha zapatista, con la imagen encapuchada del
subcomandante Marcos. Y lo cierto es que su lucha y la repercusión
de esta en la vida de los habitantes chiapanecos es más que notoria.
A modo de resumen, el neozapatismo se fraguó en los albores de los
años 80 cuando un grupo de personas se introdujo en la Selva
Lacandona con el objetivo de preparar poco a poco un levantamiento
armado que contara con el soporte social necesario para que este
tuviera ciertas garantías de éxito. Así, en 1994 el denominado
Ejército Zapatista de Liberación Nacional sale de la selva y se
declara en rebeldía tomando diferentes puntos de la región de
Chiapas. Esta fecha coincide con movimientos gubernamentales por
parte de los diferentes actores del neoliberalismo, internos y
externos, de introducir definitivamente a México dentro del nuevo
orden mundial. Sin duda, una de las características más innovadoras
de este movimiento ha sido la de saber presentar una doble cara en su
lucha, ya que sin renunciar a las armas y a la defensa por medio de
estas de sus objetivos, su principal motor ha sido crear una
conciencia indígena “humanística y abierta”. Es decir, defender
los intereses y la autonomía de las formas y costumbres indígenas y
hacerlas públicas aprovechando los nuevos canales de comunicación
“libre”. Esto produjo un aumento exponencial del conocimiento
sobre la realidad de la opresión y de la lucha indígena más allá
de las fronteras de México y ha sido uno de los principales
bastiones defensivos del neozapatismo pues ha permitido que los
diferentes gobiernos se lo piensen muy y mucho a la hora de
atacarles.
El caso de Oaxaca tiene múltiples
similitudes pero también algunas características propias. Esta
región cuenta con la mayor cantidad y variedad de comunidades
indígenas de todo el Estado y ha sido una de las más pobres
históricamente Por tanto, el caso del levantamiento de 2006, más
allá de la mecha que encendió todo y que tiene a Ulises Ruíz
(gobernador de la ciudad de Oaxaca en ese entonces) como principal
protagonista, responde a un agotamiento por parte de las clases
oprimidas de las vías tradicionales de protesta para hacer valer sus
derechos. La población de Oaxaca entendió que había que romper el
tablero pues no existía otra solución posible ante tanta
injusticia. Y lo hizo de una forma que sorprendió a todo el aparato
estatal quien no pudo más que sofocar el levantamiento con el asedio
y la represión más salvaje durante los 6 meses que duró la
insurrección popular. En el libro es interesantísimo escuchar de
primera mano como niñxs, ancianxs, curas, estudiantes,
sindicalistas, periodistas y todo tipo de personas participaron de
forma activa y violenta en una acción que tuvo como punto
culminante la creación de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos
de Oaxaca), órgano de representación horizontal y revocable y que,
sin duda, ha sido uno de los experimentos de autonomía ciudadana más
importantes de la historia moderna. Durante el conflicto se produjeron 27 asesinatos, siendo uno de ellos el de Brad Will, periodista y activista de Indymedia estadounidense, donde el Estado, dando una vuelta de tuerca macabra, pretendia acusar a los oaxaqueñoscomo autores.
En Atenco la historia se repite. A
primeros de mayo de 2006 la policía reprime y encarcela a más de 80
vendedores de flores de Texcoco y Atenco. Los vendedores llaman a la
solidaridad y esta no se hace esperar, liderada por el FPDT (Frente
de Pueblos en Defensa de la Tierra) y una autopista es cortada. La
respuesta se convierte en uno de los mayores atropellos a los
derechos humanos en la historia de México con palizas, detenciones
arbitrarias y violaciones a mujeres recogidas por diferentes
organismos internacionales. En este caso, el actual presidente
recientemente elegido Enrique Peña Nieto fue el encargado de ordenar
el ataque.
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Atenco 2006 |
En todas estas situaciones varias
conclusiones vienen a mi mente.
- La lucha indígena en México tiene mucho que enseñarnos. Presenta una clara estructura horizontal, en la que las asambleas ocupan un papel fundamental y de un modo activo y transformador. Es capaz de englobar a personas de diferentes estratos y condiciones, es decir, tiene un carácter abierto y pretende llevar la lucha por la justicia social más allá de las situaciones desfavorables de las que son víctimas directas. Saben combinar el discurso social radical en muchos casos unido con la lucha activa y el uso de la violencia como medio no únicamente de defensa sino de encuentro y transformación colectiva.
- El papel activo de la mujer, en un país en el que el machismo y el patriarcado son más que evidentes, siendo una lacra desde hace años, y dentro también de propios pueblos o comunidades donde su papel estaba reservado a las labores del hogar. Este sea quizá uno de los aspectos que más me sorprendió el libro de Enseñando Rebeldía, en el que diferentes mujeres cambiaron radicalmente su papel en su comunidad y su familia, corroborando de alguna manera que a veces las metas están inscritas en el propio caminar.
- Las reivindicaciones de estos pueblos tienen un marcado carácter anticapitalista, en el sentido de que reconocen e identifican al Estado y a la clase dominante del mercado capitalista nacional e internacional como sus enemigos directos, planteando una lucha frontal pero con un programa paralelo que en muchos casos no es más que ese vivir de otra manera que tanto daño hace al Poder Establecido.
- La intensificación y extensión de la represión policíaca-militar ante estas reclamaciones, en muchos casos ante actos no demasiado peligrosos en apariencia para el Sistema, muestran que tienen mucho miedo de que el poder de estas culturas y pueblos aumente. Por ello no dudan en actuar con toda su contundencia y medios posibles.
Por
todo esto, tengo claro que la lucha indígena en México supone un
ejemplo interesante del que aprender en muchos de sus aspectos y
seguramente sea uno de esos faros que convienen observar de vez en
cuando en ese construir otros mundos posibles.
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Oaxaca 2006 |
Extractos
del libro Enseñando Rebeldía. Historias del movimiento
popular en Oaxaca (2011):
“Trabajamos con comunidades que se
organizan en pos de su autonomía(...) No vamos a las comunidades a
dar talleres. No llegamos de pronto y decimos, por ejemplo: ustedes
tienen que aprender esto, sino que vamos y aprendemos con las
comunidades”. (Leyla)
“Lo más importante es cambiar las
relaciones de poder entre oprimido y represor. Estas relaciones
existen incluso desde la misma familia, desde la misma comunidad,
desde la misma colonia. El poder popular nace en la transformación
de nuestras propias relaciones de poder, haciéndolas lo más
igualitarias posibles”. (Leyla)
“No había teoría que pudiera
explicarme lo que estaba pasando. Sentí que para lograr entender
profundamente lo que estaba pasando en Oaxaca tenía que
involucrarme”. (Silvia)
“El gobierno no cambió y la
intimidación en Oaxaca continua, pero creo que el pueblo de Oaxaca
sí se ha transformado. El movimiento nos hizo ver a la gente que nos
rodea de otra manera. En vez de creer que los problemas son de los
demás, entendimos que nos afectan a todos, en una manera más
global. Creo que en las calles aprendimos a ser más humanos”.
(Silvia)
“Un pueblo indígena es como los
arroyos. Desde su manantial parten y van salteando todas las piedras,
por más grandes que sean y suavemente siguen avanzando. A veces se
tienen que meter debajo de los cerros y aparecen del otro lado. Y
dondequiera que van pasando, como el agua que es, va haciendo que se
germine la tierra”. (Antonio Gay)
“El proyecto neoliberal es un
proyecto de muerte, está destruyendo la naturaleza. Pero la
naturaleza es sabia y protesta. Por eso todos los hombres y mujeres,
los pueblos indígenas, estamos invitados y exaltados a compartir
esta concepción porque juntos con la naturaleza, la tierra, el sol,
la luna, el río, las nubes, los árboles, las montañas, los
pájaros, el mar, todos tenemos que luchar y caminar para conseguir
una vida digna para todos. No nos podemos quedar pasivos. Tenemos que
trabajar, doblar los esfuerzos. Tenemos que articularnos y retomar
estos valores que nos han dejado nuestros antepasados en comunalidad.
Esta lucha no es una semilla vana. Es una semilla que germinará y
dará sus frutos”. (Carmelina)
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Cartel Zapatista |
“Creo que estamos creando
alternativas:
- Nos organizamos más allá del desarrollo, al reivindicar nuestra propia definición de la buena vida.
- Tratamos de ir más allá de la economía y el capital. Nosotros, los llamados marginales, estamos logrando marginar la economía de nuestras vidas.
- Vamos más allá del individuo, al reivindicar nuestros ámbitos de comunidad.
- Caminamos más allá del estado-nación, al reivindicar un nuevo horizonte político.
Vemos la llamada globalización como un
proyecto económico, que intenta arraigar en el planeta al homo
economicus, el individuo posesivo nacido en Occidente, bajo la
hegemonía de estados Unidos y el capital. Ese proyecto tiene dos
caras más atractivas: una cara política, la democracia, y una cara
ética, los derechos humanos. Estamos desafiando esas tres vertientes
del proyecto:
- Resistimos a la economía transnacionalizada que invade y trastorna nuestras vidas.
- Vemos la democracia como una estructura de dominación y control.
- Percibimos los derechos humanos como el caballo de Troya de la recolonización.Para más información sobre este tema:Documental indispensable para entender el EZLN Caminantes (Fernando León de Aranoa, 2001)http://video.google.com/videoplay?docid=7468212532569184222&hl=caArtículo sobre lo ocurrido en Atenco en 2006http://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/?p=1925Documental sobre el asesinato de Brad Willhttp://vimeo.com/16332460Blog oficial de la APPO (Asamble Poular de los Pueblos de Oaxaca)http://asambleapopulardelospueblosdeoaxaca.blogspot.com/
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